Como algunos dirigentes de la izquierda orgánica del país han planteado la inexistencia o insignificancia del proletariado en la República Dominicana, dejaremos que sea el mismo Estado burgués, el que, con sus estadísticas, con todo lo poco precisas y poco creíbles que puedan ser, responda a esa transcendental pregunta.
Según las estadísticas del Banco Central, Departamento de Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas, de un total de población ocupada en el país, hasta octubre del 2013, de 4,041,685, son asalariadas 1,933,554, para un 48% del total de la población ocupada, es decir, casi la mitad de las personas empleadas, pertenecen al proletariado. Si a esas 1,933,554 agregamos a aquellas que dependen para su sustento de los salarios recibidos por esos casi dos millones de asalariados, esa cifra podría duplicarse o triplicarse.
¿Puede considerarse como inexistente casi la mitad de las personas que mueven la economía de una
sociedad? ¿Puede considerarse como insignificante e indigno de ser tomado en cuenta el 48% de la población empleada de una sociedad históricamente determinada?; más aún, ¿puede ser invisible, inexistente y/o insignificante la mitad o más de la mitad de la población de la sociedad dominicana?
El proletariado existe y es importante en la sociedad dominicana: falta organizarlo.
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