Nació en Sabana Grande de Palenque, San Cristóbal, el 23 de septiembre de 1910. Desde muy joven se trasladó a San Pedro de Macorís donde trabajó en una Bodega del Ingenio Colón y luego como muellero en el puerto de esa ciudad.
A principio de los años 30 se inicia en las actividades sindicales como miembro activo del gremio, estimulando y organizando desde allí otros gremios laborales, hasta fundar la asociación local del trabajo la cual llegó a reunir alrededor de 30 gremios de trabajadores de toda la provincia de San Pedro de Macorís.
Calificado por los que lo conocieron como un hombre valiente, íntegro e insobornable, Mauricio Báez, llegó a ganarse la confianza y el respeto de los trabajadores del Este, por cuya defensa sufrió prisión y exilio en varias oportunidades.
Mauricio Báez, dirigente de la Federación Local del Trabajo de Macorís, fue el líder obrero más importante de la década del cuarenta. El dirigente macorisano aprovechó la apertura engañosa del régimen para, desde el periódico El Combate y luego desde El Federado, promover e impulsar la lucha de los trabajadores de la región este.
El acontecimiento más trascendental en la vida de Mauricio Báez fue la famosa Huelga Azucarera de 1946. Los obreros de La Romana organizados en la Federación Provincial del Trabajo y los de San Pedro de Macorís en la
Federación Local se lanzan a una huelga por tiempo indefinido exigiendo aumento de salario y cumplimientos de la jornada laboral de 8 horas entre otras reivindicaciones.
Regresó ese mismo año después de una estadía en Cuba donde se vinculó a miembros del Partido Socialista Popular (PSP).
Al finalizar la huelga, la dictadura de Trujillo inicio una oleada represiva contra el movimiento sindical del este; varios de sus dirigentes fueron asesinados y otros tuvieron que salir para el exilio, entre ellos Mauricio Báez.
El 8 de Diciembre de 1950, agentes encubiertos al servicio de Trujillo se presentaron en la casa número 8 de la calle Cervantes, en el reparto Sevillano en la Habana Cuba, secuestraron a Mauricio Báez, y nunca más se le volvió a ver.
Recuperemos la memoria de nuestro héroe de la clase obrera y sigamos su ejemplo de lucha y firmeza contra los enemigos de clase.
¡Mauricio vive en la clase obrera!
chisparrevolucionaria@gmail.com
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