Hace algo más de un año, el 14 de junio del 2012, se materializaba la iniciativa de algunas personas de esta ciudad de Santiago, surgida de su deseo de reunir a personas que se identifican con una sociedad más justa y democrática para analizar cuáles cosas podríamos hacer para construir esa sociedad.
El objetivo de este esfuerzo, es fundamentalmente desarrollar actividades y proyectos que ayuden a unificar a quienes queremos una sociedad más justa y por eso, la característica fundamental de las actividades que realizamos son ser abiertas, participativas, democráticas y horizontales.
Tenemos la convicción de que la unidad de izquierda sólo puede ser una sólida y duradera realidad si se articula desde abajo, respetando la diversidad y con una práctica democrática e incluyente.
La democracia es lenta, pero produce frutos duraderos. Sólo después de mucho debate y de analizar varias propuestas, consensuamos una metodología que nos permita una formación política crítica, científica, materialista, democrática, horizontal, participativa y popular.
Sin embargo, los esfuerzos por unificar a las personas que queremos un cambio estructural en nuestra sociedad no se pueden reducir a la educación política de éstas para una mejor y más productiva práctica política, es imprescindible construir los canales por medio de los cuales se pueda ejercer ese accionar político, esto es, necesitamos canalizar el ejercicio de esa nueva forma de hacer política por medio de organizaciones que con ella nos acerquen a la materialización de nuestros objetivos estratégicos.
No se cambia con lo mismo ni se puede lograr resultados distintos repitiendo prácticas fracasadas. Se impone entonces más que un discurso diferente, una nueva práctica de estudio y análisis de nuestra sociedad, así como una nueva práctica política.
Debemos pasar del estudio y análisis subjetivo e idealista de nuestra historia y nuestra realidad social, al estudio y análisis científico de las mismas, para que así cambiemos la práctica política subjetiva, idealista e individualista, por una científica y colectiva que articule las capacidades y talentos individuales y los ponga al servicio del proyecto colectivo.
En eso creemos quienes nos identificamos con la corriente revolucionaria marxista.
Debemos pasar del estudio y análisis subjetivo e idealista de nuestra historia y nuestra realidad social, al estudio y análisis científico de las mismas, para que así cambiemos la práctica política subjetiva, idealista e individualista, por una científica y colectiva que articule las capacidades y talentos individuales y los ponga al servicio del proyecto colectivo.
En eso creemos quienes nos identificamos con la corriente revolucionaria marxista.
chisparrevolucionaria@gmail.com
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