viernes, 10 de enero de 2014

A 68 años de la gran huelga azucarera de 1946: la clase obrera ante el desafío de defender sus conquistas

 Siendo la ciudad de La Romana el lugar donde se encontraba el central azucarero más importante de la República Dominicana (el Central Romana) y debido, en cierta forma, a la influencia sindical proveniente del cercano San Pedro de Macorís, quedó constituida en esa localidad la Federación Local de La Romana.
 Importante actividad sindical que se desarrolló en San Pedro de Macorís y la Romana, esta activada era tolerada por Trujillo debido a la desfavorable situación en el ámbito internacional  y a sus diferencias con las empresas Norteamericanas las West Indies Sugar Corporation, propietarias en ese entonces de los ingenios azucareros Boca Chica, Barahona, Consuelo, entre otros, y también a la política seguida por los dirigentes sindicales que evitaban atacar directamente a Trujillo y su régimen
  La situación de los trabajadores de estas dos provincias era calificada por los dirigentes sindicales como penosa y alarmante; a niveles dramáticos llegaba el caso de los cortadores de caña a quienes se les pagaba 17 centavos por cada tonelada de caña cortada, además de los abusos y engaños a que eran sometidos por los pesadores de caña.
  El 7 de enero de 1946, los obreros de La Romana organizados en la Federación Provincial del Trabajo y los de San Pedro de Macorís en la Federación Local se lanzan a una huelga por tiempo indefinido exigiendo aumento de salario y cumplimiento de la jornada laboral de 8 horas entre otras reivindicaciones.
  Ante el rotundo éxito de la huelga que se extendió por más de una semana y que logró paralizar las provincias de la Región este del país, la dictadura de Trujillo procedió a negociar con los dirigentes sindicales.
  En la mesa de negociaciones representaban a los obreros: Mauricio Báez, Hernando Hernández (Nando), Justino José del Orbe, entre otros.

  La dictadura estaba representada por: Ramón Marrero Aristy, Jesús de Galíndez, General Federico Fiallo y representantes de la West Indies Sugar Corporation.
Luego de tensas negociaciones la dictadura cedió y los obreros lograron entre otras reivindicaciones: un aumento general de salarios que en muchos casos sobrepasó el 100% del salario vigente en la época, el cumplimiento de las jornadas de trabajo de 8 horas y el pago de horas extras .
Al finalizar la huelga la dictadura de Trujillo inició una oleada represiva contra el movimiento sindical del este, varios de sus dirigentes fueron asesinados y otros tuvieron que asilarse en la embajada de México de donde salieron para el exilio.
El paso siguiente de Trujillo, fue tomar el control de los sindicatos obligándolos a afiliarse a la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos una entidad controlada por él a través de Francisco Pratts Ramirez (Panchito), de quien Justino José del Orbe afirmó: ‘’Era un nefasto personaje que se prestó a todas las maquinaciones funestas de Trujillo contra el movimiento obrero del este.

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