Siendo la ciudad de La Romana el lugar donde
se encontraba el central azucarero más
importante de la República Dominicana (el Central Romana) y debido, en cierta
forma, a la influencia sindical proveniente del cercano San Pedro de Macorís,
quedó constituida en esa localidad la Federación Local de La Romana.
Importante
actividad sindical que se desarrolló en San Pedro de Macorís y la Romana, esta
activada era tolerada por Trujillo debido a la desfavorable situación en el
ámbito internacional y a sus diferencias
con las empresas Norteamericanas las West Indies Sugar Corporation,
propietarias en ese entonces de los ingenios azucareros Boca Chica, Barahona,
Consuelo, entre otros, y también a la política seguida por los dirigentes
sindicales que evitaban atacar directamente a Trujillo y su régimen
La situación de los trabajadores de estas dos
provincias era calificada por los dirigentes sindicales como penosa y
alarmante; a niveles dramáticos llegaba el caso de los cortadores de caña a
quienes se les pagaba 17 centavos por cada tonelada de caña cortada, además de
los abusos y engaños a que eran sometidos por los pesadores de caña.
El 7 de enero de 1946, los obreros de La
Romana organizados en la Federación Provincial del Trabajo y los de San Pedro
de Macorís en la Federación Local se lanzan a una huelga por tiempo indefinido
exigiendo aumento de salario y cumplimiento de la jornada laboral de 8 horas
entre otras reivindicaciones.
Ante el rotundo éxito de la huelga que se
extendió por más de una semana y que logró paralizar las provincias de la
Región este del país, la dictadura de Trujillo procedió a negociar con los
dirigentes sindicales.
En la mesa de negociaciones representaban a
los obreros: Mauricio
Báez,
Hernando
Hernández (Nando), Justino
José del Orbe, entre otros.
La dictadura estaba representada por: Ramón
Marrero Aristy, Jesús de Galíndez, General Federico Fiallo
y
representantes de la West Indies Sugar Corporation.
Luego de tensas
negociaciones la dictadura cedió y los obreros lograron entre otras
reivindicaciones: un aumento general de salarios que en muchos casos sobrepasó
el 100% del salario vigente en la época, el cumplimiento de las jornadas de
trabajo de 8 horas y el pago de horas extras .
Al finalizar la huelga
la dictadura de Trujillo inició una oleada represiva contra el movimiento
sindical del este, varios de sus dirigentes fueron asesinados y otros tuvieron
que asilarse en la embajada
de México de donde salieron para el exilio.
El paso siguiente de
Trujillo, fue tomar el control de los sindicatos obligándolos a afiliarse a la Confederación Nacional
de Trabajadores Dominicanos una entidad controlada por él a través de Francisco Pratts Ramirez (Panchito), de quien Justino José del Orbe afirmó: ‘’Era un nefasto personaje que se
prestó a todas las maquinaciones funestas de Trujillo contra el movimiento
obrero del este.
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