Colaboración de Li Sieng
Antes
del 1492 , es
decir, antes de
la llegada de
los invasores españoles, colonizadores, a la isla
Qusiqueya o Haití, como
es su nombre
original, dado por
los aborígenes taínos, oriundos y
únicos dueños de toda
la isla.
La
isla estaba dividida
en cinco cacicazgos,
que era el
territorio o porción,
donde gobernaba un líder
o cacique, los
habitantes de la
isla eran los siboneyes
o taínos, descendientes de
los arahuacos, quienes provenían
de América del
sur, mezclados con caribes
o ciguayos. Estos nativos
tenían una organización
social muy definida
y en la
cual, vivían en
comunidades, en paz
y armonía con
la naturaleza.
Sus
rasgos físicos eran
los siguientes: pelo lacio,
piel cobriza, nariz fina; aunque
el pelo era
largo carecían de
barba, andaban desnudos,
solo cubriéndose los
genitales, después que contraían
matrimonio, con tapa rabos que
ellos confeccionaban, hechos
con hojas, fibras y
tejidos de algodón,
que cultivaban.
Su
cultura era muy
respetuosa y familiar,
en tal sentido,
se vivía en
armonía y felicidad;
los hombres, se
dedicaban a la
caza y la pesca
con arcos, flechas y
jabalinas, así como a la construcción
de sus viviendas, las
cuales tenían por
nombre bohíos o chozas. Sus
herramientas eran el
hacha de piedra,
el puñal de
piedra, el arco
la flecha y
la jabalina.
Sus
cultivos y alimentación eran a base
de yuca, maíz, batata, ñame, tabaco, auyama, piña,
maní , lechosa, pan de fruta
y recolección de
frutos con la
ayuda de las
mujeres. Se creía
que la mayor fuente
de su alimentación,
provenía de los
vegetales. Aunque también
consumían la carne de iguana,
pescado y jutía.
Hacían
un pan de
harina de yuca, llamado
cazabe, el cual fabricaban en
un horno denominado burén.
En sus ratos
de recreación y diversión, jugaban pelota, una especie de
fútbol, en un lugar
o plaza llamado
BATEY. Tenían sus danzas, el
areito, la cual realizaban
para festejar las
bodas y grandes
fiestas. Estos bailes
o areitos eran
combinaciones de cantos, música y
recitaciones, através de
éstos se transmitían de generación
en generación los acontecimientos históricos y
religiosos. Hasta ahora no
existen hallazgos sobre la
existencia de escritura
por lo que
se cree carecían
de ella, aunque
dibujaban en piedras,
petroglifos, figuras de
animales.
Continuará en
la próxima entrega
de La Chispa.
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