Las clases medias comprenden una amplia y abigarrada gama de sectores que van desde la aristocracia obrera (obreros altamente calificados o en funciones de vigilancia como mecánicos, supervisores, etc), profesionales, medianos comerciantes, pequeños y medianos industriales, y los altos ejecutivos de la burocracia estatal.
Desde el
punto de vista social, las clases se identifican por su nivel de ingresos;
desde el punto de vista económico, en cambio, se clasifican por la forma como
obtienen esos ingresos.
Es por ello
que las clases medias constituyen desde la óptica social, por su nivel de
ingresos muy superior al de la clase
obrera y bastante inferior al de la burguesía, una clase o franja de clases
intermedias entre estas dos clases antagónicas del capitalismo.
Sin embargo,
considerándola desde el punto de vista económico, por la forma como obtiene sus
ingresos, la gran mayoría de las clases medias, al recibirlos en forma de
salario (retribución a cambio de un trabajo realizado), comparte el destino y,
por tanto, los intereses estratégicos de la clase obrera, pues la tendencia
natural del capitalismo es a la concentración cada vez mayor de los capitales,
y por tanto, a la proletarización (conversión en trabajadores asalariados) del
resto de la sociedad, incluyendo a los profesionales, pequeños y medianos
comerciantes e industriales.
Por la
índole misma del trabajo que realiza: labores administrativas del capital o del
aparato burocrático estatal, vigilancia del proceso productivo, las clases medias
están en contacto directo y constante con la burguesía y quienes, en su nombre,
administran el Estado; ello la lleva a copiar su estilo de vida (que es a su vez copiado del de los países
dominantes del capitalismo internacional), hasta donde su limitado nivel de
ingresos así se lo permite.
Esas relaciones tan próximas con la clase
dominante, las llevan a soñar con una movilidad social que las coloquen a la
par de la burguesía, a convertirse en burgueses, y, políticamente, a creer y
defender el statu quo como el orden social, político y económico perfecto.
Ese quid pro quo, lleva a las clases medias a
asumir como suyos los intereses de la clase dominante, en contra de sus
verdaderos intereses estratégicos, es decir, confunden sus deseos con la
realidad: lo que quisieran ser con lo que serán.
De ahí se
desprende que, cuando las clases medias hablan de cambios, se limiten a
plantear la reforma del aparato estatal y colocar en sus órganos ejecutivos a
profesionales honestos y con capacidad gerencial, pues asumen que todos los
males generados por el actual sistema, son el resultado de la maldad e
incapacidad personales de los gobernantes de turno. Así, por ejemplo,
piensan que el problema del auge delictivo
se resuelve llevando a la Policía Nacional a personas honestas, bien equipadas
y entrenadas y, educando a la población, ignorando las profundas desigualdades
y falta de oportunidades que sirven de caldo de cultivo a la delincuencia
común, en nuestras barriadas.
El cambio social
difícilmente puede producirse sin el concurso de la clases medias, pues de ellas
forman parte los profesionales e intelectuales de cualquier sociedad; si bien
es cierto que nunca han dejado de existir
casos aislados de gente que, formando parte de ellas, asumen los
intereses estratégicos del pueblo trabajador, que son también los suyos, no
menos cierto es que para que se materialicen los cambios estructurales que la
sociedad necesita, se hace imprescindible que por lo menos una franja
significativa de las clases medias dé un giro de 180 grados en su visión de la
sociedad y en las propuestas que defienden para solucionar los problemas que
ésta padece.
Es por ello
que se hace necesario motivar la reflexión y el debate en el seno de las clases
medias para que ponga sus cualidades y recursos al servicio de una posición
política que fortalezca la lucha por sus intereses estratégicos; sacarla de la
ensoñación en que las relaciones carnales con la clase dominante las tienen
sumidas; unir sus luchas a las de la clase obrera y articular con ella un gran
Frente Cívico-político que les permita acceder al control del Estado, para
desde allí impulsar los cambios en beneficio de la mayoría de la sociedad.
chisparrevolucionaria@gmail.com
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