lunes, 31 de marzo de 2014

La esquina de la cultura

 Hay un país en el mundo (fragmento)
Por Pedro Mir



El día luminoso despierta en las espaldas
de repente, corre entre los raíles.
sube por las grúas, cae en los almacenes.
En los patios,
al pió de una lavandera.
mojada en las canciones, cruje y rejuvenece.

En las calles se quejan en el pregón. Apenas
su pié despunta desgarro los pesebres.
Recorre las ciudades llenas de los abogados
que no son más que placas y silencio, a los poetas
que no son más que nieblas y silencio y a los jueces
silenciosos. Sube, salta, delira en las esquinas
y el día luminoso se resuelve en un dólar inminente.

¡Un dólar! He aquí el resultado. Un borbotón de sangre.

Silenciosa, terminante. Sangre herida en el viento.
Sangre en el efectivo producía de amargura.
Este es un país que no merece el nombre de país.
Sino de tumba, féretro, hueco o sepultura.
Es cierto que lo beso y que me besa
y que su beso no sabe más que a sangre.


Que día vendrá, oculto en la esperanza,
con su canasta llena de iras implacable
y rostros contraídos y puños y puñales.
Pero tened cuidado. No es justo que el castigo
caiga sobre todos. Busquemos los culpables.
Y entonces caiga el peso infinito de los pueblos
sobre los hombros de los culpables.






Humor



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