Como la izquierda dominicana, casi en su
totalidad, está concentrada en una de estas dos tácticas: la lucha contra la
mega minería, en estos momentos enfocada en que loma Miranda sea declarada
parque nacional o la lucha política en el terreno electoral de cara a las
elecciones del año 2016, nos parece muy importante analizar y evaluar las
experiencias pasadas en ambas tácticas para así poder vislumbrar el posible resultado futuro de cada
una de ellas.
La razón de ser de toda táctica es ayudar al fortalecimiento
de una organización política determinada de cara a la materialización de sus
objetivos estratégicos. Veamos si las tácticas empleadas por la izquierda
dominicana en las últimas décadas han cumplido con esta misión, y si, debido a
ello, es correcto insistir en esas tácticas.
1-La lucha en defensa del medio ambiente y
contra la mega minería.
Esta táctica le fue impuesta a la izquierda por
organizaciones juveniles de clase media, ONGs e intelectuales, a raíz de la
lucha contra la construcción de una cementera en el parque nacional de Los
haitises, la cual, debido a que enfrentaba a sectores que compiten de la burguesía,
contó con gran apoyo y cobertura de los medios de comunicación de la
competencia y logró impedir la construcción de dicha cementera.
De Los haitises se pasó a la lucha contra la
explotación de la mina de oro en Pueblo Viejo, Cotuí, la cual, al enfrentar a
una poderosa multinacional como es Barrick Gold, no contó con la gran cobertura
y apoyo de los medios de comunicación, siendo derrotados los intentos por
impedir su explotación.
De ninguna de esas luchas sacó la izquierda como
franja política ni sus organizaciones ganancia que la fortalecieran ni en
cuanto a militancia ni en cuanto a influencia política.
2-La lucha en el terreno electoral
Esta táctica que se viene ejecutando de forma
ininterrumpida y cada vez por más de las organizaciones de la izquierda
dominicana desde hace más o menos dos décadas, con la participación en 6
elecciones presidenciales y unas 5 legislativas y municipales, lejos de arrojar
como resultado un crecimiento de y mayor influencia de las organizaciones
participantes, ha contribuido a traer mayor división a lo interno de la mayoría
de esas organizaciones, en particular, y en la izquierda como franja política,
en general, además de dejar como resultado el abandono por parte de esas
organizaciones del trabajo organizativo en los sectores juvenil, estudiantil,
de mujeres, obrero, cultural, debilitando aún más a estas organizaciones y
disminuyendo su influencia social.
Ante los resultados de esas previas experiencias
con esas tácticas ¿es correcto y sensato insistir en ellas actualmente?
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