viernes, 1 de abril de 2016

La comuna de París: recuperar su esencia como modelo de sociedad futura

El pasado 18 de marzo se conmemoró el 145 aniversario del comienzo de la Comuna de París, acontecimiento en que la clase obrera francesa derrocó al poder establecido y se embarcó en un ensayo de construcción de una sociedad post capitalista dirigida por el proletariado.

La experiencia de la Comuna de París fue de corta duración, se extendió por unos dos meses, del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871, pero sus enseñanzas han servido para tener una mejor idea del tipo de sociedad que construirá el proletariado una vez derrotada la burguesía y sus aliados.

Tan relevantes fueron las enseñanzas prácticas de la Comuna de París que sirvieron al mismo Karl Marx para revisar y enriquecer su teoría sobre la lucha de clases y la futura sociedad socialista.

Aunque después de este acontecimiento histórico que marca la real potencialidad revolucionaria práctica del proletariado ocurrieron otros que enarbolaron la bandera del socialismo y la clase obrera, ninguno ha superado en profundidad revolucionaria y genuino protagonismo del proletariado a la Comuna de París.

Pero las enseñanzas de la Comuna de París no son sólo en el sentido de lo que debe ser un proceso revolucionario genuinamente obrero, sino también en cuales errores no se deben repetir para evitar el lamentable desenlace que tuvo este significativo acontecimiento histórico.

La magnanimidad de los revolucionarios parisinos para con sus adversarios fue un error que trajo como consecuencia que la Comuna fuera aplastada dos meses después, y la reducción del proceso a la ciudad de París, experiencia algo parecida a la de la guerra de abril de 1965, cuando se limitó el proceso a la capital dominicana con iguales consecuencias.

Según Karl Marx en su  análisis de la Comuna de París  en La guerra civil en Francia La Comuna ha demostrado, sobre todo que la clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines, debe  destruir  esa maquinaria y sustituirla por una nueva forma de organización social acorde con sus objetivos.”

Después del triunfo de de la revolución bolchevique en Rusia, la Comuna de París dejó de ser el modelo a seguir por las organizaciones políticas que luchan por el socialismo: las grandes enseñanzas de ese efímero y fracasado intento revolucionario fueron sustituidas por la forma de organización de la revolución triunfante.

Si bien es cierto que el modelo soviético tomó del ejemplo de la Comuna de París algunas formas de organización social, no menos lo es que la esencia humana y revolucionaria (en el sentido de crear lo nuevo y negar el pasado) del intento revolucionario parisino de 1871, no estuvo presente en la experiencia Rusa iniciada en 1917.


Es imprescindible volver a la esencia humanista y revolucionaria, proletaria e internacionalista de la Comuna de París como modelo de la sociedad socialista que aspiramos a construir. Sólo así recuperaremos la capacidad de apasionar  a las masas explotadas y oprimidas y ganaremos de nuevo el respeto de amigos y enemigos por modelo de sociedad que promovemos como sustituta del actual caos generador de desigualdad y opresión que es la sociedad capitalista basada en la explotación de mano de obra asalariada.

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