viernes, 1 de julio de 2016

La economía debe estar al servicio de la gente

La producción material, que es la base de toda economía pues sin producción no hay nada que distribuir ni intercambiar, tiene su origen en la necesidad humana de satisfacer sus necesidades, principalmente las materiales.

El ser humano, fruto de su capacidad de aprender de las experiencias y el desarrollo del lenguaje, ha logrado poner a su servicio a la naturaleza, transformándola para un mejor aprovechamiento en la satisfacción de sus necesidades

El origen y razón de ser, pues, de la economía es la satisfacción de las necesidades humanas. Sin embargo, con el transcurrir de los siglos es la humanidad la que está sometida a la economía y no ésta a la humanidad.

Si echamos un ojo a la historia de nuestro pueblo, encontraremos que antes de la llegada de los europeos a nuestra isla, la economía está puesta al servicio de la satisfacción de las necesidades de la gente: lo poco que se producía era para satisfacer las necesidades de la misma gente que producía o de sus familiares.

A partir de la colonización de esta isla por los europeos la economía fue puesta al servicio de las necesidades de Europa: el oro que se buscaba en las vetas de los ríos y el azúcar que se producía en los ingenios, era para satisfacer necesidades en Europa.

Desde entonces las energías físicas y mentales de los habitantes de esta isla han estado destinadas, principalmente, a satisfacer necesidades externas. Siempre esas necesidades de otros pueblos han marcado la pauta a nuestra economía y con ello a nuestra historia.

De producir oro y azúcar para los españoles pasamos a producir cueros para otros países europeos y luego para Haití; más tarde producíamos madera, café, cacao y tabaco para Europa; luego volvimos a ser un gran ingenio azucarero que producía azúcar para EE.UU, y así hasta el día de hoy en que somos sólo fuente de mano de obra barata para producir bienes y servicios para los países capitalistas dominantes.

Toda nuestra historia está marcada por rol de suplidores de lo que sea para otros, mientras descuidamos la producción de las cosas que necesita la gente que habita estas tierras para la satisfacción de sus necesidades más elementales.

Es necesario que las energías físicas y mentales de la gente que habita estas tierras sean dirigidas a la producción,  principalmente, de los bienes materiales materiales necesarios para satisfacer las necesidades materiales básicas. Nuestras tierras son aptas para producir casi todo aquello que constituye la dieta básica quienes habitamos  esta media isla, no hay razón objetiva para que haya hambre y necesidades aquí.

Hace falta un enfoque de la economía que vuelva a poner la producción al servicio, principalmente,  de las necesidades nuestras y no las del exterior.

Que nuestras energías físicas y mentales y nuestras capacidades se vuelquen a producir aquellas cosas que necesitamos antes que las que necesitan otros pueblos del mundo.


Que la economía vuelva a estar al servicio de la gente y no la gente al servicio de la economía, o de quienes, teniendo el control de los medios de producción, ponen a la mayoría de la sociedad a trabajar como un simple pieza del engranaje que les permite mantener sus escandalosos privilegios.

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