martes, 2 de agosto de 2016

La esquina de la cultura

Soy un caso perdido


Por fin un crítico sagaz reveló 

(ya sabía yo que iban a descubrirlo) 
que en mis cuentos soy parcial 
y tangencialmente me exhorta 
a que asuma la neutralidad, 
como cualquier intelectual que se respete. 

Creo que tiene razón 
soy parcial 
de esto no cabe duda 
más aún yo diría que un parcial irrescatable 
caso perdido en fin, 
ya que por más esfuerzos que haga 
nunca podré llegar a ser neutral. 

En varios países de este continente 
especialistas destacados 
han hecho lo posible y lo imposible 
por curarme de la parcialidad, 
por ejemplo en la biblioteca nacional de mi país 
ordenaron el expurgo parcial 
de mis libros parciales 
en Argentina me dieron cuarenta y ocho horas 
(y si no me mataban) para que me fuera 
con mi parcialidad a cuestas, 
por último en Perú incomunicaron mi parcialidad 
y a mi me deportaron. 

De haber sido neutral 
no habria necesitado 
esas terapias intensivas, 
pero qué voy a hacerle 
soy parcial, 
incurablemente parcial 
y aunque pueda sonar un poco extraño 
totalmente 
parcial. 

Ya sé 
eso significa que no podré aspirar 
a tantísimos honores y reputaciones 
y preces y dignidades 
que el mundo reserva para los intelectuales 
que se respeten, 
es decir para los neutrales 
con un agravante, 
como cada vez hay menos neutrales 
las distinciones se reparten 
entre poquísimos.
Después de todo y a partir 
de mis confesadas limitaciones 
debo reconocer que a esos pocos neutrales 
les tengo cierta admiración, 
o mejor les reservo cierto asombro 
ya que en realidad se precisa un temple de acero 
para mantenerse neutral ante episodios como 
Girón 
Tlatelolco 
Trelew 
Pando 
La Moneda.

Es claro que uno, 
y quizá sea esto lo que quería decirme el crítico, 
podría ser parcial en la vida privada 
y neutral en las bellas letras 
digamos indignarse contra Pinochet 
durante el insomnio 
y escribir cuentos diurnos 
sobre la Atlántida. 

No es mala idea 
y claro 
tiene la ventaja 
de que por un lado 
uno tiene conflictos de conciencia 
y eso siempre representa 
un buen nutrimento para el arte 
y por otro no deja flancos para que lo vapulee 
la prensa burguesa y/o neutral. 

No es mala idea 
pero 
ya me veo descubriendo o imaginando 
en el continente sumergido 
la existencia de oprimidos y opresores 
parciales y neutrales, 
torturados y verdugos 
o sea la misma pelotera 
Cuba sí, Yanquis no 
de los continentes no sumergidos. 

De manera que 
como parece que no tengo remedio 
y estoy definitivamente perdido 
para la fructuosa neutralidad 
lo más probable es que siga escribiendo 
cuentos no neutrales 
y poemas y ensayos y canciones y novelas 
no neutrales, 
pero advierto que será así 
aunque no traten de torturas y cárceles 
u otros tópicos que al parecer 
resultan insoportables a los neutros. 

Será así aunque traten de mariposas y nubes 
y duendes y pescaditos.


Humor


No hay comentarios:

Publicar un comentario