miércoles, 30 de noviembre de 2016

94 aniversario del natalicio del líder obrero Barbarín Mojica

Nació el cuatro de diciembre de 1922 en Guayabo Dulce, Hato Mayor, hijo de María Juana Mojica y Eduardo Soto. En 1942 ingresó al gremio de braceros del Ingenio Consuelo. Cuatro años más tarde se integró a la gran huelga azucarera que dirigió el líder obrero Mauricio Báez, lo que le mereció persecución y encierro durante el trujillato.

En la guerra de abril peleó en el Comando de POASI donde vio caer a muchos de sus compañeros. Al concluir la contienda se incorporó al Sindicato de Trabajadores Portuarios de Arrimo (POASI) donde desempeñó todas las funciones establecidas, desde mensajero hasta los más altos cargos.
La lucha por el control del puerto de Santo Domingo entre POASI y STAPI, esta última creada por el gobierno de Donald Read Cabral, hizo de Barbarín un auténtico líder que causó recelos en instancias gubernamentales y que se agudizaron en los gobiernos balagueristas de los 12 años. Balaguer ordenó ocupar militarmente el local de POASI y tras cuatro años fue devuelto a sus verdaderos dueños, los obreros portuarios.
“Vivía en Villa Duarte en una casa indigente, como vivo yo, pero dentro moraba un hombre que tenía el corazón más grande”, exclama Jorge Puello.
Barbarín Mojica dejó varios hijos fruto de diferentes uniones. Doña Mercedes, también de Hato Mayor y emparentada con Barbarín, recuerda al que fue desaparecido y que ella asegura fue encontrado descuartizado en Haina, Rafael Mojica Valenciano; a María, Teresa, Francia y Milagros Mojica Sánchez; a Carmen Yolanda Figuereo y a Luisa Mojica. Con ella procreó a Paula y a Eduardo. De su compañero destaca que “nunca se vendió. Balaguer le mandó un cheque en blanco, se lo devolvió, le ofreció yipeta, casa, de todo, y nunca aceptó nada”.
El cadáver fue encontrado debajo del puente Ramón Matías Mella, dentro de un hoyo, con su boina negra y su reloj a un lado, pero calzando sus sandalias de siempre.
Hay calles denominadas Barbarín Mojica en Hato Mayor, San Pedro de Macorís, y en Santo Domingo en los barrios Guachupita, Los Alcarrizos, Guaricano y Villa Duarte. También el salón de conferencias de la Caja de Pensión para Obreros Portuarios lleva su nombre. Fue un hombre que supo defender a este pueblo, que sólo creía en el pueblo, que vivió permanentemente exaltando las figuras de Mauricio Báez y de todos los grandes líderes obreros del país.
¡Gloria eterna al camarada Barbarín Mojica, digno hijo de la clase obrera!

1 comentario:

  1. Que pena que cuando más necesito de la solidaridad económica de sus camaradas nunca se la dieron. Sus ultimos años de vida fueron en una completa miseria, miseria que para muchos lo indujo al suicidio. Es importante recordarlo pero tan bien es importante decir esas verdades aunque duelan.

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