Por Gabriel Emilio
García Bonilla (obrero)
A nivel
mundial se debate sobre los impactos ambientales a que se ve sujeta la
existencia de la Tierra y la salud de sus especies que habitan su superficie.
La solución al problema de la contaminación ambiental se presenta desde distintos ángulos. Estos debates se llevan a cabo por ambientalistas netos y por políticos ambientalistas, así como por ambientalistas políticos y también por grupos políticos de ideologías de izquierda.
La solución al problema de la contaminación ambiental se presenta desde distintos ángulos. Estos debates se llevan a cabo por ambientalistas netos y por políticos ambientalistas, así como por ambientalistas políticos y también por grupos políticos de ideologías de izquierda.
No hay posibilidad dentro de las condiciones económicas y políticas de
dominio existentes, para una solución Verde al problema ambiental. Más allá de
las protestas contra la contaminación ambiental, existe la causa de ello y los
efectos de la misma causa. ¿Cómo enfrentar los efectos si no conocemos a
profundidad las causas? ¿Cómo luchar contra los causantes de los efectos
negativos de la depredación a ultranza en detrimento de las mayorías de los seres
vivos que habitamos la tierra, si continuamos limitándonos en todas nuestras
luchas de protestas a elevar demandas por la suspensión de la explotación minera
contra el gobierno de turno de un determinado país?
La
humanidad, al menos esta generación que se alimenta de la revolución
tecnológica, no podrá prescindir de la industria, de la energía que se consume
en el presente, ni de las comodidades que ella garantiza.
Entonces, si hemos de hallar una solución NO verde al problema, debemos buscarla en la necesidad de salvar el planeta para conservar la vida y dar uso apropiado a los recursos naturales y humanos. De esto deviene la perspectiva del uso de todos los recursos disponibles, sometiéndolos al escrutinio de las necesidades de supervivencia de las especies en la Tierra y no sujetándolos al objetivo de enriquecimiento de quienes se han apropiado de los recursos naturales.
Sólo una revolución social que incluya en su programa esta necesidad humana, podrá salvar la tierra. En conclusión: una solución Verde, con una inclinación hacia un cambio moral en las relaciones de clases y de producción, no serán el camino; la única vía es revolucionaria de transformación social: es decir una Solución Roja, la Revolución socialista.
Entonces, si hemos de hallar una solución NO verde al problema, debemos buscarla en la necesidad de salvar el planeta para conservar la vida y dar uso apropiado a los recursos naturales y humanos. De esto deviene la perspectiva del uso de todos los recursos disponibles, sometiéndolos al escrutinio de las necesidades de supervivencia de las especies en la Tierra y no sujetándolos al objetivo de enriquecimiento de quienes se han apropiado de los recursos naturales.
Sólo una revolución social que incluya en su programa esta necesidad humana, podrá salvar la tierra. En conclusión: una solución Verde, con una inclinación hacia un cambio moral en las relaciones de clases y de producción, no serán el camino; la única vía es revolucionaria de transformación social: es decir una Solución Roja, la Revolución socialista.
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