Aunque la
desigualdad entre mujeres y hombres no siempre fue así, como nos quiere hacer
creer la sociedad machista en que vivimos,
el tema de la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, está hoy
cada vez con más fuerza y vigencia sobre la mesa del debate político.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) que en República Dominicana el nivel de desempleo femenino
para el 2012 era de 22.3 % mientras el masculino fue de un 9.7%, sin embargo la
mujer alcanza un mayor nivel educativo que el hombre, lo cual se refleja en el
mercado laboral, donde el porcentaje de mujeres ocupadas con educación
universitaria es casi el doble del de
Hombres ocupados, en tanto que el porcentaje de
hombres ocupados sin ningún nivel educativo es el doble de mujeres ocupadas.
En empleos no calificados los hombres devengan salarios
más elevados que las mujeres en todas las categorías ocupacionales, llegando a
ganar casi el doble que las mujeres
Como operadores y conductores. Una de nuestras
luchas debe ser igual paga por igual trabajo.
La
participación femenina en política es muy mínima, parte de ello se debe a
nuestra educación y cultura sexista. En la actualidad se habla de una cuota
para la mujer en los cargos electivos, lo justo sería hablar de equidad social
e igualdad de oportunidades.
En 1942 la mujer dominicana pudo ejercer por
primera vez el derecho al voto; según el
padrón electoral habrá para las
elecciones del 2016 6, 218, 058 personas
hábiles para votar, de las cuales el 50.79
% son mujeres.
Es una ardua tarea educar y formar a nuestra niñez,
juventud y personas adultas sin esos prejuicios impuestos por una sociedad
conservadora y patriarcal. Debemos seguir empoderándonos: la revolución comienza
de adentro hacia fuera.
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