Proclama de Adolph Fischer a los huelguistas de Chicago, el 2 de mayo de 1886 que desembocó en la revuelta de la plaza Haymarket
Trabajadores:
la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormick, se
fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!
¿Quién
podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre
trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror
blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.
Si se
fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden
por mucho tiempo.
Es la
necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!
Ayer, las
mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres
fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino
costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...
¡Secad
vuestras lágrimas, los que sufrís!
¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!
HUMOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario