Nace el Partido Comunista

Es indudable que una de las cuestiones fundamentales para que pueda desarrollarse una revolución es la dirección política. Pueden estar dadas todas las condiciones objetivas para que un proceso revolucionario se desarrolle, pero dicha revolución no se materializará sin no existe una adecuada dirección política.

Conscientes de ello, quienes hemos venido trabajando hace más de un año identificándonos como corriente revolucionaria marxista, hemos decidido asumir el reto de trabajar para construir esa dirección. Ello implica redoblar los esfuerzos por construir un partido revolucionario orientado por el marxismo como herramienta teórica y apoyado en el proletariado como clase.

Es imprescindible para el avance revolucionario socialista dotar al proletariado de un partido que le facilite la lucha política con independencia de clase, diferenciándose de las demás clases existentes en la sociedad actual, con sus intereses estratégicos como programa.

Así como el capitalismo sintetiza en sí todas las formas de propiedad privada de los medios de producción para explotar fuerza de trabajo ajena, el proletariado sintetiza en su lucha de clases contra la burguesía la resistencia contra la explotación de de todas las clases explotadas que le antecedieron.

Para enfrentar la más perfecta herramienta de opresión que es el Estado burgués, el proletariado debe dotarse en su lucha de la más perfecta herramienta de lucha de clases: el Partido Comunista, integrado por el proletariado y orientado por el Materialismo Histórico y Dialéctico.

Ese es el desafío al que respondemos hoy.