domingo, 1 de mayo de 2016

Primero de mayo de grandes desafíos


Este Primero de mayo encuentra a la clase asalariada en el país sumida en una profunda debilidad: desinformada, dispersa y desorganizada, El Primero de mayo encuentra a la clase asalariada en República Dominicana profundamente débil: desinformada, dispersa, desorganizada, con apenas un 5 % de sindicalización.

Entre tanto, las organizaciones políticas de izquierda en República Dominicana están como dice el pueblo, en todas menos en misa, en todo menos en organizar y educar a la clase obrera que debe servir como base a la sociedad socialista por  construir la  cual, dicen luchar.

Mientras eso sucede, la burguesía y el gobierno preparan una reforma al Código de Trabajo Dominicano que pretende devolvernos al siglo XIX en materia de derechos laborales.

El CONEP y COPARDOM promueven una reforma laboral de 35 puntos, de los cuales 25 son para desmontar o limitar derechos adquiridos de la clase asalariada en el país, entre ellos: extender la semana laboral de 44 a 48 horas, limitar la cesantía a un máximo de tres años y sólo aplicable después de 6 meses de trabajo continuo, igual para el preaviso, flexibilizar el despido de las trabajadoras embarazadas, extender el período de prueba de 90 días a 6 meses, entre otras.


Karl Marx decía que la clase obrera llega a la lucha de clases con un factor decisivo a su favor: su cantidad, es decir, el proletariado es abrumadoramente más numeroso que sus enemigos de clase, la burguesía y sus aliados. Pero para que la cantidad se convierta realmente en un factor útil en la lucha de clases, es indispensable que sea complementada con la unidad entre las personas explotadas y oprimidas, y esa unidad debe darse en el marco de una amplia organización que permita articular esas masas bajo un programa revolucionario común que le sirva de bandera en el combate contra la explotación y opresión existentes. Unión, organización y lucha, debe ser la consigna. 

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