miércoles, 1 de junio de 2016

La esquina de la cultura

Autocrítica ( poema anónimo)


Los falsos intelectuales de izquierda no se bañaron esta mañana 
y sudorosos y sedientos, indefensos y hediondos, 
insistieron en repartir sus octavillas a los intelectuales de derecha y algunos otros estudiantes que buscaban sus nombres entre la lista de aplazados.

Los falsos intelectuales de izquierda, 
esta mañana luego de comer sus corn-flakes, 
se montaron en los carros de papá 
y junto con algunos otros amigos empezaron a repartir hojitas en las calles, 
donde un lenguaje que sólo ellos entendían llamaba al pueblo a sublevarse, 
porque es muy fácil estar full-time en rebelión cuando se tiene el estómago lleno 
y las caries y el hambre son de los otros, lejanos y cercanos, 
pero siempre prendidos como el aire.

Los falsos intelectuales de izquierda, 
esos que hacen la revolución en sus tazas de café, 
mientras los días transcurren y se mueren, 
sin pedirle a nadie permiso, 
o simplemente amarillos como los pergaminos languidecen en sodas y bares 
o restaurantes, haciendo la revolución ante un chop-suey, 
soñando ser los fideles castro o los chees guevara de bolsillo.

Los falsos intelectuales de la izquierda, 
ligeros como un ascensor, haciendo versos para agradar al partido 
o angustiándose de pronto porque la noche apenas llega 
y en el día no hicieron nada por la revolución.





HUMOR

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