El pasado 5 de enero del año que comienza, las mujeres y los hombres que luchamos por la justicia social en República Dominicana recibimos la triste noticia de la partida física de la gran militante revolucionaria comunista, dirigente feminista y popular, educadora consagrada, Yolanda Santana.
Es una de esas partidas que conmocionan, pues Yolanda Santana es (jamás hablaremos de ella en pasado) una de esas personas imprescindibles que dijera Bertolt Brecht, una militante y luchadora de toda la vida, de todo momento, de toda circunstancia, en todo lugar.
Yolanda Santana es una de esas personas que que se ganan e inspiran respeto absoluto por su coherencia, por su solidaridad, su bondad, su integridad, su coherencia, por su humanidad sororal. Siempre dispuesta al abrazo, al apoyo a la comprensión, a la entrega de sí.
Yolanda Santana fue militante incondicional de la vieja izquierda, pero siempre apoyó también las iniciativas y actividades de las nuevas generaciones revolucionarias, como lo hizo con la Escuela de Formación Política en la cual nos honró como fundadora.
Ha partido físicamente Yolanda Santana y con ello la izquierda pierde una lideresa moral, un puente entre la lucha por los derechos de la mujer y el movimiento revolucionario.
Es una pérdida irreparable, una persona insustituible que debilita y lastima aún más lo poco que nos queda de movimiento revolucionario.
Nos queda su legado de militancia incondicional, fraterna, íntegra; nos quedan sus enseñanzas y su ejemplo para levantarlos como bandera; nos queda su convicción comunista confirmada con su pedido de ser enterrada con La Internacional.
Parafraseando a Fidel Castro en su discurso ante la partida física de Ernesto Che Guevara, nos atrevemos a decir:
Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestras combatientes revolucionarias y nuestros combatientes revolucionarios, nuestras y nuestros militantes, nuestros mujeres y hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como Yolanda!
Si queremos expresar cómo queremos que sean las mujeres y los hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡Que sean como Yolanda!
Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestras niñas y niños, debemos decir sin vacilación: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu de Yolanda!
Si queremos un modelo de mujer y de hombre, un modelo de mujer y de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de mujer y de hombre que pertenece al futuro, ¡de corazón decimos que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es Yolanda!
Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestras hijas y nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarias y revolucionarios: ¡Queremos que sean como Yolanda!
Yolanda Santana vivirá en sus ideas que levantaremos juntas y juntos y pasaremos de generación en generación hasta la victoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario