En
la edición del mes de junio de La chispa dejamos
el tema en la lucha de clases entre esclavistas y esclavos y como culminó con
el triunfo de los segundos con la revolución esclavista haitiana dando
nacimiento a la República de Haití y la abolición de la esclavitud.
Pero mientras eso sucedía al otro lado de la
isla, del lado español, las características del Estado feudal y el bajo desarrollo
de las fuerzas productivas en España, movían a una política de monopolio del
comercio con América, prohibiendo comercializar con otros países europeos los
excedentes de la incipiente industria azucarera en el este de la isla, lo cual
motivó el declive de la misma y, junto a la despoblación, pestes, saqueos de
piratas y corsarios, la ruina y miseria en la colonia española de lo que hoy se
conoce como República Dominicana.
Esta
ruina y miseria generalizada se confirman con el situado, que consistía en una
determinada cantidad de dinero enviado por la corona española desde algunas de
sus colonias en mejor situación para sostener la burocracia gubernamental, y
que llegó a ser el eje de la mísera economía local a la par con cultivos de
subsistencia y el disminuido comercio de
cueros de los hatos ganaderos después de las devastaciones de Osorio que
dejaron abandonas la costa norte y la parte occidental de la isla para combatir
el contrabando o comercio no autorizado entre los habitantes de La española y
otros países europeos.
Esta
situación, que si bien fue el resultado de la lucha de clases, pero en el plano
internacional, entre las emergentes economías mercantilistas en franco camino a
convertirse en capitalistas de países como Inglaterra, Francia y sobre todo
Holanda, en busca de materias primas y nuevos mercados para los excedentes de
productos
de la incipiente manufactura, contra la atrasada economía feudal de España,
generó un retroceso en el desarrollo de las fuerzas productivas en la colonia
española con el desmonte de la industria azucarera.
Como
explicamos en el primer artículo de esta serie La lucha de clases en República dominicana, la lucha de clases
aparece y se manifiesta allí donde hay un sobre producto social, donde se
produce más de lo necesario para la subsistencia inmediata de los integrantes
de una sociedad históricamente determinada, ello explica que, durante ese largo
período de miseria generalizada en que la economía dependía casi exclusivamente
del situado, fuera pobre en cuanto a acontecimientos generados por la lucha de
clases, pues ésta a penas si se manifestaba.
La
poca explotación de mano de obra ajena que se daba era de tipo esclavista, pero
no significativa en términos numéricos ni en intensidad de la explotación pues,
fuera de las actividades burocráticas y la economía agrícola familiar de
subsistencia, la única labor productiva con fines mercantiles se daba en los
hatos ganaderos que demandan menor esfuerzo físico y conocimientos que la
industria azucarera, así como menor cantidad de mano de obra.
Todo
ello explica que, el siglo de la miseria que fue el siglo XVII, fuera un siglo
de muy pocos y significativos
enfrentamientos como reflejo de la lucha de clases en este lado de la isla
mientras del otro lado, en Saint Domingue, éstos se intensificaban, pues en una
sociedad donde se genera poco o ningún sobre producto social, no puede haber
altos niveles de explotación de una clase por otra.
En
la próxima edición de La chispa
continuaremos con el tema.
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